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RENOVE MANOTERAS

CALLE SOMONTÍN, 94, MADRID

equipo_ Raúl Cubo Contreras _ Laura Bacete Cebrián _ Pablo Navas del Peral
fecha_ junio 2016

El objeto de la rehabilitación es un edificio construido en 1960, en un contexto histórico en el que se realizaron grandes desarrollos de colonias de bloque abierto en Madrid, para satisfacer un aumento demográfico en la capital. Forma parte de una tipología edificatoria en la que se priorizó la rapidez de la construcción, la economía y el acceso directo a los materiales. 

- Urbanísticamente, estas edificaciones, se levantaron en cinco y seis alturas, para ampliar distintos barrios de Madrid, periféricos en su día. Bajo una premisa higienista, se respetaba una distancia entre edificios para generar un espacio público verde interbloques, que finalmente en la mayoría de los casos, ha generado zonas residuales y descuidadas, además de aparcamientos desorganizados y masificados. 

- Constructivamente, se optó por muros de fábrica portantes para levantar fachadas (de un pie de ladrillo, estructurales y como envolvente, sin ningun tipo de aislamiento ni cámara de aire) y particiones interiores (también de un pie de ladrillo las estructurales). 

- Energéticamente, estas edificaciones no se concibieron para lograr un confort interior. Su único recurso para combatir las inclemencias climáticas exteriores, consiste en la inercia térmica de un muro de un pie de ladrillo. Este muro, tras el paso del tiempo y el deterioro, tiene deficiencias en el mortero en algunos puntos, que permite el libre intercambio de aire interior-exterior, provocando unas infiltraciones no deseadas y una falta de control absoluto de la renovación del aire en la vivienda. (Imágenes) Por otra parte, como se aprecia en las termografías, los puentes térmicos son notables, en los encuentros de fachada-forjado, fachada-muro, fachada-cubierta, esquinas y contornos de huecos. 

Así, el edificio se encuentra en un estado totalmente precario en cuanto a eficiencia energética y confort higrotérmico interior para las personas. Tras realizar la certificación energética de una de sus viviendas, obtenemos como calificación una G, es decir, la peor calificación. 

Cada vivienda cuenta con distintas soluciones en cuanto a sistemas activos y pasivos. En cuanto a sistemas pasivos, lo único implantado en el bloque son: toldos en ciertas ventanas de orientación suroeste, carpinterías y vidrios de distintas antigüedades y calidad, y persianas enrollables en todas las viviendas como es común en Madrid. En cuanto a sistemas activos, cada vivienda tiene su propio sistema de caldera para ACS, la mayoría con gas natural, algunas con sistemas de calefacción por caldera, otras con radiadores eléctricos, y otras que combinan sistemas split con refrigeración y bomba de calor. 

Las medidas proyectadas para la mejora del edificio consisten en: 

  • Instalación de un sistema de aislamiento térmico por el exterior, mejorando también el aislamiento acústico. Se forrará toda la envolvente del edificio, tanto la fachada como la cubierta, con una obra de rehabilitación de esta, para poder conseguir una capa de aislamiento continuo sin saltos ni puentes térmicos. 

  • Aislamiento del techo de la última planta. 

  • Sustitución de todas las ventanas por otras nuevas de PVC, con marco optimizado y vidrios dobles bajo emisivos. Las nuevas ventanas se alinearán en la sección de fachada con la capa del aislamiento térmico para mejorar la transmitancia del conjunto y evitar puentes térmicos en el contorno de los huecos. 

  • Minimizar las molestias de los usuarios de las viviendas. Se adosa un nuevo núcleo con ascensor y galería por la fachada posterior para facilitar una entrada accesible a las viviendas, respetando totalmente el actual núcleo de escaleras del que podrán seguir haciendo uso los vecinos. 

  • Establecer un protocolo de actuación extrapolable a los edificios de la zona de características similares. 

  • Optimizar el rendimiento energético de las viviendas a través de sistemas pasivos, para minimizar los gastos en sistemas activos de calefacción, refrigeración y producción de ACS. 

  • Modificación de los huecos de la fachada suroeste para mejorar el soleamiento de la vivienda, combinado con una nueva galería que actúa como protección del sol estival de mediodía  pero permite la entrada del sol  invernal a través de unos huecos mayores, aumentando las ganancias solares en los días más fríos.  

  • Se plantea impartir jornadas de educación ambiental y concienciación social para los usuarios y vecinos, ya que se pretende convertir al edificio en una caja bien aislada y con la renovación del aire controlada, de modo que el confort climático se conseguirá en el interior en todo el año, salvo en días de temperaturas extrema. Los días de clima más riguroso, será suficiente con ventilación natural cruzada durante las noches de verano  y un pequeño aporte de calefacción en invierno por parte de la caldera de condensación. Será importante que la población sea consciente de que la comodidad en verano, no se consigue estando con jersey y abrigo dentro de casa con una temperatura ambiente de 16ºC del aire acondicionado, ni en ropa interior en invierno con la calefacción a 30ºC. 

 

Por lo tanto los principales retos a los que se enfrenta este proyecto son: 

- Conseguir realizar las diferentes fases de obra procurando la mínima molestia a los vecinos, que seguirán viviendo en sus casas durante el proceso. 

- Aumento del confort higrotérmico interior. 

- Evitar el riesgo de condensaciones y mohos en la envolvente a través de la eliminación de los puentes térmicos. 

- Estudio de las necesidades de ventilación en cada uno de los pasos. 

- Encontrar un plan de intervención aplicable también al resto de edificios de bloque abierto ubicados en la misma urbanización, ya que son de características tipológicas muy similares. 

La pieza objeto de concurso se inserta en un barrio con un contexto específico. Construido en los años 60 para acoger a las personas provinientes del campo, los edificios son un claro ejemplo de la construcción apresurada de estos momentos como también lo es el urbanismo. Estos barrios-dormitorio, a pesar de algunos gestos interesantes, muestran muchas carencias, especialmente patentes con el paso del tiempo y la introducción del automóvil.  

Los espacios que rodean los bloques de vivienda carecen de contenido útil para la vida de los habitantes del barrio. La degradación de éstos ha sido constante y parece necesario recuperarlos. Por eso la rehabilitación de los edificios es una oportunidad única para que la intervención no acabe en el paramento vertical. Es necesario repensar los barrios en su conjunto ya que las soluciones parciales no garantizarán la mejora real en la calidad de vida de las personas que allí viven.

Las decisiones propuestas en materia urbanística se inician con la instalación de ascensores en todos los bloques de vivienda de tal manera que se garantice la accesibilidad de las personas. Estas nuevas piezas obligan a repensar el espacio libre público en el que deben ser insertadas. En este sentido la tipología edificatoria de bloque abierto y el consiguiente espacio interbloque facilita la instalación. 

Estos espacios son por tanto el siguiente aspecto a revisar, actualmente son paisajes en continua degradación y este tipo de intervenciones son una oportunidad para revertir su situación. El espacio interbloque se caracteriza por su repetición y escasa diferenciación del resto de espacios interbloque colindantes, por ello es interesante revisarlos en su conjunto.  

Esta visión general permite detectar potencialidades y cualificar los espacios para propiciar su uso. Éste será el único que garantice su no degración futura. La recuperación de espacio libre público conlleva una reorganización del aparcamiento y la circulación de los vehículos en el interior del barrio. 

Por un lado es necesario liberar algunos espacios que se encuentran totalmente colonizados por el coche y recuperar un ancho de acera razonable, ya que en muchos casos el espacio entre portal y calzada es inexistente. 

 

Para poder llevar a cabo esta operación es necesario previamente habilitar y ordenar el sistema de aparcamiento en el barrio. Hasta ahora se ha dejado en manos de cada cuál encontrar el espacio para aparcar. Consideramos que tiene que existir una reflexión y una organización clara que permita el aprovechamiento de los espacios libres para otras actividades.  

En este caso se propone la utilización de un solar colindante al barrio como espacio de aparcamiento, pero éste no puede ser un lugar donde abandonar el coche, tiene que existir una organización de tal manera que este espacio no sea otro espacio más que contribuya a la degradación del entorno. La planificación del aparcamiento debe contribuir a mejorar la calidad urbana del entorno. 

Esta reorganización permitiría, como se ha comentado anteriormente, aumentar el ancho de acera, y por tanto la introducción de vegetación y nuevas actividades. La vegetación puede contribuir a mejorar el confort higrotérmico de la zona, reducir el ruido (no debemos olvidar que el barrio de hortaleza está en la zona de influencia del aeropuerto) y también participar en la protección solar de las edificaciones. 

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